Es una enfermedad inflamatoria crónica de naturaleza autoinmune, se caracteriza por la afectación de múltiples articulaciones, fundamentalmente de pequeñas como las de las manos y los pies.
Puede ocasionar manifestaciones clínicas en otros órganos como el corazón, pulmones, riñones, piel y ojos.

Sus síntomas más frecuentes son la inflamación, dolor y rigidez articular de más de una hora de duración que producen discapacidad y limitan las actividades de la vida diaria. 

Predomina en el sexo femenino y puede presentarse a cualquier edad.