Cuando hablamos de discapacidad en la artritis reumatoide, nos referimos a las deficiencias y limitaciones que tiene una persona para realizar sus actividades.

• La artritis reumatoide provoca consecuencias en las actividades diarias en los pacientes que la padecen; es una enfermedad de evolución crónica que limita en gran parte la autonomía del paciente afectando considerablemente su calidad de vida
• La artritis reumatoide provoca importantes repercusiones en las actividades de la vida cotidiana de las personas afectadas; es una enfermedad de evolución crónica que limita en gran medida la autonomía del paciente repercutiendo de forma importante en su calidad de vida.
• La artritis reumatoide cambia la forma de vida en las personas que la padecen, los pacientes deben aprender a vivir con el dolor, acompañado de brotes periódicos agudos, que les incapacita para el desarrollo normal de sus actividades diarias.
• La incapacidad funcional y la pérdida de la calidad de vida aparecen pronto en la historia de la enfermedad y progresan de una forma lineal, si no se recibe un tratamiento adecuado.
• Conforme evoluciona la artritis reumatoide aparece inflamación y deterioro en las articulaciones y estructuras adyacentes, por lo cual dificulta el realizar las tareas básicas como tomar un baño, lavar, comer, vestirse, caminar, trabajar, etc.

El alto grado de discapacidad que provoca la artritis reumatoide, a mediano y largo plazo, hace que uno de los objetivos principales del manejo de estos pacientes sea diagnosticar de forma temprana la enfermedad, con el fin de modificar su curso y progresión, reduciendo así el nivel de discapacidad de los pacientes e incluso prevenirla.

Se conoce que no existe una cura definitiva para la artritis reumatoide, pero con un Tratamiento Médico Integral adecuado se impide llegar a una discapacidad e invalidez permanente.

Es fundamental contar con diagnóstico a tiempo e iniciar un Tratamiento Médico Integral lo antes posible, ya que los primeros años de evolución de la enfermedad son claves y cruciales para mejorar el pronóstico funcional de los pacientes en el futuro.

Sea flexible y muéstrese abierto a aceptar diversas opciones de tratamiento, busque nuevas maneras de seguir disfrutando de sus actividades favoritas, mantenga el sentido del humor y recuerde que está bien pedir ayuda, de hecho, muchas personas con artritis reumatoide llevan una vida plena y feliz durante muchos años.